No fue hasta este año que conversando con un amigo me dijo. "Mari, permítete ser feliz", que me di cuenta que no todo en esta vida son momentos en los que llegamos o conseguimos lo que queremos, sino que también es disfrutar el proceso, no hay nada de malo en eso; y es algo que me contuve y no me permití sentir, no sé si fue por un tema de miedo a no lograr algo, si no quería emocionarme antes de tenerlo, pero no me permitía sonreír si quiera en el proceso.
Y lo curioso es que una vez que conseguía eso que tanto había anhelado, lo único que tenía en mente era lo siguiente que quería lograr y se volvía un círculo vicioso. Una constante de esfuerzo, sufrimiento, penurias, pero no disfrutar ni permitir abrazarme en el proceso; y por eso mismo deje pasar muchas cosas. Se han ido varios momentos, varios panoramas, varias situaciones y emociones por no dejar que me emocione por siquiera decidir intentar algo más en mi vida.
Hoy me abrazo, me agradezco y me felicito por todo lo que logré, por lo que viene y por las cosas que puede que pasen y las que no.
Estar vivos es una suerte de coincidencias que llegan a tener un significado, que no lo sepamos ahora es diferente pero estamos para hacer la diferencia con nuestra simple existencia.
¡Permítete ser feliz!
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