domingo, 19 de julio de 2015

Café para dos

Hace unos 4 meses al café donde usualmente voy, va una chica, siempre la he visto sola, va a tomar café y a leer revistas, es interesante. Nunca le he hablado, siempre estoy en lo mío, leer mis libros,  escribir y disfrutar de mi Mocaccino con Pan al ajo simple.

Ayer cuando fui, la vi, pero no estaba sola, esta vez estaba acompañado, al principio parecía un amigo, hasta que subí la cabeza para tomar mi café y los vi besándose.
Sí, se estaban besando, ella había traído a su pareja a tomar café.

Me quedé mirándolos, ¿Qué será de ella cuando terminen y no tenga otro lugar donde refugiarse que ese café que fue tantas veces lugar de acogida?, ¿Acaso sabrá del gran paso que ha tomado?, ¿Él es consciente de lo que ella acaba de hacer?, ¿Ella es consciente?, ¿Ella estaba con él desde antes?, ¿Acaso llevan años y recién lo lleva a conocer ese café?, ¿Acaso lo acaba de conocer?, ¿Será un simple saliente más?

Un montón de preguntas surgieron, justo a la mitad de "Yolanda", ambos agarraron sus cosas y salieron, yo me quedé pensando.
La imagen tierna de dos personas que se quieren en un café aún la tengo en mi cabeza, me parece tan lindo, tan perfecto.

No sé qué será de ella, pero creo que ir con una persona a un lugar como ese café, es cosa seria, por lo menos para mi lo sería...
Sería mostrar mi guarida, mi lugar secreto, un lugar donde puedo ser yo misma, donde me conocen, donde puedo disfrutar de la comida mientras escucho trova. 
Sería mostrar mi escondite, donde voy siempre que me siento mal.
Sería dar a conocer mi casa, porque ese café tiene tanto valor para mi, que podría ser un lugar en el que me siento más cómoda que en la dirección que aparece en mi DNI.

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