miércoles, 27 de mayo de 2015

Entre tantas cosas, tú.

Aún conservo las cartas, los mensajes, los correos, los "Buenos días", los "Buenas noches", los "Te quiero", los "Te extraño".

Aún los veo y me acuerdo de todo, algunos los he borrado, otros permaneces guardados como archivos ocultos. En noches de insomnio los reviso, aún no entiendo qué pasó, y pese que sé bien la respuesta, no puedo contestarme, no puedo.
Borré algunas cosas, otras las conservo, aún así los recuerdos se quedan en la mente, eso no puedo  borrarlo, aún no.

A veces me pregunto por qué escribo tanto sobre ti, ¿algún día sabrás todo lo que he escrito? ¿Te darás cuenta que todo es sobre ti? No solo en este espacio, es siempre, todo. Tú. Siempre tú.
Escribir siempre ha sido mi salida, muy pocos saben que lo hago, uno o dos personas las han leído, aún no les he mostrado lo que escribo sobre ti, ¿Te reconocerían? ¿Te reconocerías?
A veces se me es imposible no escribir sobre ti, pese a que evito hacerlo, termino haciéndolo, tal vez ni te acuerdes de mi, dónde vivo, quién soy, ni de mi nombre; pero ¿sabes qué? No me importa, importó un montón para mi, aún importa, y me seguirá importando.

Entre tantos cuadernos llenos de cartas para ti, entre tantos mensajes no enviados, entre tantas palabras que quedaron en silencio, entre cada abrazo y beso no dado, entre cada sentimiento dado.

Tengo que escribir sobre ti, tengo que hacerlo, va más allá de un simple pensamiento, conlleva a la acción de plasmarlo en un papel...
Necesito tener una prueba que me diga que en serio pasó, que exististe en mi vida, que tocaste partes de mi alma que nadie tocó, que me pasé noches hablando contigo, que conocí a la persona que eres en el fondo, que te quise, que aún te quiero. 
Te quiero. 

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