Cada persona que vemos en la calle, cada una de ellas está peleando una batalla interna. Ya sea pequeña, ya sea grande, corta o larga.
No podemos juzgar por las expresiones que exteriorizan las personas. Los sentimientos están en el interior y algunas veces son difíciles de mostrarlas.
Muchas veces nadie se entera del dolor profundo que una persona puede llegar a experimentar, del sufrimiento, de las lágrimas, de las noches de insomnio, de las ganas de hacer nada.
A veces esas personas se alejan de los demás, de todo.
Los demás piensan que lo hacen sin razón pero la verdad es que tratan de protegerlos para así no los dañen con palabras que pueden llegar a decir sin pensarlo.
No menosprecies el dolor que los demás pueden estar sintiendo ya que al final es eso, dolor.
Y si alguna vez lo llegaras a hacer, estoy segura que te equivocarías…
Apuesto que no sabes el sabor de una lágrima.
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