Ella solía convertirse en sueños cuando la lejanía se ponía entre los dos
para romper las distancias y estar junto a él
pero los sueños son efimeros, volubles
y no siempre son hermosos.
para romper las distancias y estar junto a él
pero los sueños son efimeros, volubles
y no siempre son hermosos.
Ahora ella estaba lo suficientemente lejos para empezar a ser pesadilla
una pesadilla que le quemaba el pecho con la frialdad de sus palabras vacías e inexistentes
una pesadilla recorriendo la memoria
y destruyendo los recuerdos de lo que alguna vez fue hermoso
y esta vez por más que luchó
no podía despertar del sueño porque el sueño
lamentablemente era real.
una pesadilla que le quemaba el pecho con la frialdad de sus palabras vacías e inexistentes
una pesadilla recorriendo la memoria
y destruyendo los recuerdos de lo que alguna vez fue hermoso
y esta vez por más que luchó
no podía despertar del sueño porque el sueño
lamentablemente era real.
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