lunes, 27 de octubre de 2014

Mis miedos

Siendo 2014 y teniendo 20 años puedo decir que he avanzado de acuerdo al ritmo y los planes que desde pequeña construí. Recuerdo que desde pequeña me desesperaba no poder saber el futuro, si lo que iba a "ser" sería suficiente como para haber llegado a lograr mis metas o no. Siempre me preocupaba, me sentía ansiosa y al mismo tiempo nerviosa por el futuro.

Hoy en día puedo decir que sigo teniendo miedo, miedo a varias cosas, podría hacer una lista sin fin de cosas que me provocan miedo, en el pasado reinaba, dominaba mi mente y mi ser; hoy en día no es tanto así, bueno sigue siendo lo mismo pero ya no lo exteriorizo de la misma manera, trato de no hacerlo.
Odio los miedos, nos encarcelan, nos impiden hacer cosas que queremos hacer. Puede que el miedo o la ansiedad puestos como concepto mismo nos salve de situaciones que lleguen a comprometer nuestras vidas pero muchas veces nos limita, al borde de impedirnos hacer varias cosas, como por ejemplo desarrollarnos al 100% como personas, no lograr nuestras metas, no ser nosotros mismos.

He conocido pocas personas que cuentan sus miedos, y es que es algo tan íntimo, es algo que sólo se lo cuentas a las personas en quien más confías.

Me acuerdo que cuando era pequeña y nos pusimos a hablar sobre la vida, irónico, yo sólo tenía 8 años, me acuerdo aún. Empezaron a hacer una ronda de preguntas y cuando llegó a mi turno la pregunta fue "¿A qué le tienes miedo?", Nunca antes me habían preguntado eso, entonces fue que me puse a pensar y después de pasar bastante tiempo atiné a decir: - "A la soledad, a quedarme sola". En ese momento no llegue a pensar en la respuesta que había dicho, pero ahora me doy cuenta que la respuesta que dije fue elucubrada con la más pura inocencia. 
Recuerdo cuando era pequeña, mamá siempre se iba a trabajar de turno noche en el hospital, me quedaba sola en las noches, siempre venía a las 6 pm y me decía "Te cuidas mi amor, nos vemos" Un beso en la mejilla y un abrazo, luego de eso tomaba un vaso de leche y me iba corriendo a la cama y me cubría totalmente para que de esa manera cualquier mounstuo que podía habitar en mi cuarto se fuera. Pese a que nunca vi uno, no pensaba correr el mínimo riesgo.
Esas veces en las que se iba me sentía desprotejida, la extrañaba pero como mi mamá siempre me dijo "El tiempo que pasemos juntas que se aproveche al máximo" y eso fue lo que siempre hizo, por eso siempre la recordaré.

Me siento orgullosa de poder decir que pese a todos mis miedo he podido avanzar, cada vez los dejo de lado, siento que son como una sombra que en el pasado no me han dejado avanzar, pero ya no, ya no.
Es momento de tener el poder sobre mis acciones, dejar esa sombra negra que me detenía y decidir por mi misma.

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